Uno de los problemas que he detectado en mis alumnops cuendo navegan en Internet es que pierden mucho tiempo en acceder EXACTAMENTE a aquella información que necesitan explorar. No es productivo darles la dirección de una web, por pequeña que sea y dejar que ellos la exploren. Es mucho más recomendable es acudir directamente y sin rodeos a aquello que necesito consultar.
Entrando en clasificaciones, existen básicamente tres tipos de web:
1. Manuales de Física o Química escritos en hipertexto con enlaces a imágenes, animaciones o modelos de representación de los contenidos explicados.
2. Simulaciones con alguna explicación sucinta sobre el fenómeno descrito. Son lo que podríamos denominar laboratorios virtuales.
3. Web con simulaciones que incorporan actividades propuestas en torno a una unidad o a un contenido concreto.
Es por ello que mi objetivo no es mostrar web con simulaciones y explicaciones teóricas más o menos extensas. Creo que la labor del profesor es dar una exlicación al fenómeno físico o químico que deseamos simular, y esa explicación está ligada directamente al momento de la clase en que se utiliza:
- Para iniciar un contenido.
- Para desarrollar un contenido.
- Para avanzar en un contenido.
- Para evaluar este contenido.
Por ello no insisto en el hecho de qué explicaciones acompañan a las simulaciones, ya que cada web, aunque sea un magnífico manual de Física o Química, el poder didáctico de una simulación va más allá de la lectura comprensiva del texto que acompaña.